La tecnología de modelado arquitectónico 3D es una herramienta importante que ha ganado popularidad recientemente, precisamente porque simplifica la comprensión del diseño y la visualización para la empresa contratista que ejecuta el trabajo. Tomemos, por ejemplo, el diseño de una casa. Quieres que las paredes de la sala de estar sean de un color verde oliva claro y la cama de color beige claro, pero ninguno de los colores que viste en las tiendas ofrecidas por los fabricantes, o incluso el diseño, te atrae, y dudas si conformarte con lo disponible o seguir buscando. Buscar algo único, un diseño puede llevar mucho tiempo, especialmente si es difícil de explicar y es mejor «mostrarlo». Y aquí, lo mejor es utilizar los servicios de una empresa que realice visualizaciones 3D.
Malentendidos entre el cliente y el estudio 3D
Por supuesto, por mucho que queramos que todo sea perfecto y llegar a un entendimiento con el contratista, a veces puede ser difícil, especialmente si la empresa de visualización intenta imponer su visión. Así que, repasemos rápidamente los malentendidos que pueden surgir durante el trabajo.
- – La empresa no cumple con el plazo. El retraso en el trabajo suele implicar costes adicionales. Por supuesto, todos somos humanos, pero momentos como el tiempo deben establecerse claramente, considerando ciertos retrasos en el trabajo. Es decir, si la empresa tiene muchos pedidos y al mismo tiempo lo mencionan, por ejemplo, el plazo para tu pedido es de cinco días, pero la empresa menciona que puede haber un retraso de hasta siete días en total, es bueno, porque el estudio 3D es transparente contigo y tienes una comprensión clara de cuándo se hará la visualización y puedes planificar en consecuencia.
- – El material preliminar se realiza con errores y no se tienen en cuenta todos tus deseos. Por supuesto, el material preliminar no tiene que ser perfecto, y eso es obvio, pero debe relacionarse con tu visión. Imaginemos que la casa debe tener tres pisos y esquinas redondeadas, pero en la versión preliminar, las esquinas de la casa son afiladas. Le mencionas esto al estudio y la respuesta es: «Sí, lo recordamos y en la versión final lo corregiremos». Sí, claro, puede que no se olviden, pero si lo hacen, los retrasos de tiempo conllevan costes adicionales y malentendidos. Por eso, la versión preliminar debe ser lo más parecida posible a la versión final.
- – El precio es demasiado alto para el servicio prestado. Al encargar una visualización, asegúrate de discutir los precios de los servicios prestados, incluidos los precios de los cambios. Cada proyecto tiene un precio individual. Por ejemplo, si eliges diferentes «personas» para la visualización, cada una de ellas tiene su propio precio. Por eso, los cambios, las personas y el fotorrealismo afectan directamente el precio final del producto.
- – Sin garantías. A veces, al encargar una visualización a empresas no verificadas, sin reseñas, o en plataformas donde la gente ofrece sus servicios, existe el riesgo de que el artista desaparezca después de recibir el pago. En este caso, no obtendrás ni el dinero ni la visualización 3D. Por lo tanto, acude a estudios de renderizado 3D verificados y, si es necesario, solicita reseñas en plataformas independientes, como Clutch.
- – No hay resultados o los resultados del trabajo son deficientes. Incluso si la empresa tiene un portafolio fantástico, su rendimiento no siempre puede ser consistente. En tal situación, el cliente simplemente no puede aceptar el proyecto. Esto es una pérdida de tiempo y dinero.
Conclusión
Todos estos problemas potenciales se pueden evitar eligiendo un estudio de renderizado 3D en lugar de un freelancer. En este caso, tienes garantía, plazos precisos, alta calidad, posibilidad de mejora, capacidad de seguimiento del progreso del trabajo, costes transparentes, ideas frescas para dibujos 3D, así como apertura y accesibilidad.